RAFO LEÓN, MÁS QUE UN CRONISTA DE VIAJES

Hablar de Rafo León no es simplemente mencionar un cronista que cuenta sobre los diferentes rincones peruanos, es mucho más que eso.

Rafo León nació en 1950 en Lima, estudió Lengua y Literatura. Desde que comenzó a trabajar, en el año 1973 como funcionario público en la Reforma Educativa de Velasco, hasta el día de hoy, se desempeñó en una infinidad de tareas como el periodismo, la publicidad comercial, el mercadeo social, la edición de libros, la conducción desde hace una década del programa televisivo “Tiempo de viaje”, basado en sus viajes por el Perú.

León es un viajero, ahí radica, quizás, la clave del éxito de su programa de televisión y de sus crónicas en las Guías de la Costa norte y centro de Perú recientemente publicadas por Editorial Planeta. Sobre su gusto por la tierra peruana comenta: “Perú resulta inagotable, no sólo turísticamente sino también culturalmente y socialmente”.

Consultado sobre algún lugar que haya visitado más de una vez, Rafo comenta “un lugar al que yo he vuelto, sin exagerarte, treinta veces: Piura. Tuve la suerte de descubrir un trabajo antropológico de Lucho Millones que se llama Todos los niños se van al cielo, donde analiza una costumbre muy antigua que se celebra el 1 de noviembre y que quizás sea única en el mundo. En Piura el 2 se celebra a los muertos, pero a los muertos adultos, y el 1 a los niños.

Ese día, las madres, del campo sobre todo, que han perdido niños, llegan a las plazas públicas de los caseríos o de las pequeñas ciudades. Llegan de todas las edades. Y llevan unos papeles con los nombres de los hijos fallecidos y sus edades, y empiezan a leerlo en voz alta. Una dice, por ejemplo, “Josecito, tres meses”. Y se acerca una señora con un bebé de tres meses. Y se hace un contacto entre ellas en donde el niño vivo por un rato es la encarnación del niño muerto. Y la madre del niño fallecido le hace una bendición y lo alimenta con miel. Para mí, ha sido uno de los viajes más apasionantes. Y sin embargo no tiene que ver con el espacio geográfico sino con la circunstancia”.

Costa Norte de Perú

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Editorial Planeta, difusor de la cultura peruana

Grupo Planeta figura entre los tres principales conglomerados de comunicación que operan en España y séptimo consorcio editorial del mundo. En tanto, Editorial Planeta Perú se fundó en el año 2005 y se convirtió en líder del mercado editorial nacional con títulos locales editados en los sellos Seix Barral, Planeta, Planeta Junior, MR Ediciones y Temas de hoy.

Editorial Planeta Perú es un difusor de obras de autores peruanos, tanto jóvenes como consagrados, y apuesta por la promoción de la cultura y la industria del libro en el país.

El año pasado, la editorial concretó dos proyectos: Guía de la costa norte y Región Lima, a cargo del periodista Rafo León. Con las características de las guías de mayor prestigio en el mundo.

Guía de la costa norte, que va desde los límites de Lima y Ancash, hasta la frontera con Ecuador. Pasando por La Libertad, Lambayeque, Piura, Tumbes, entre otros. Ofrece un amplio abanico de información para el viajero acerca de las playas, diferentes opciones gastronómicas y los legados arqueológicos de culturas Moche, Chimú, Cupisnique, Virú y Vicús. Uno de estos lugares es Chiclayo, la ciudad está en el centro de una rica zona arqueológica preincaica (Moche – Chimú), dónde se realizaron espectaculares descubrimientos arqueológicos como El Señor de Sipán en Huaca Rajada, El Señor de Sicán en Batán Grande y las pirámides de Túcume. Magnificándose con la inauguración del Museo de Tumbas Reales de Sipán, el cual alberga una colección y recreación de incalculable valor. Actualmente, Chiclayo es el segundo destino arqueológico del Perú, después del Cuzco. Chiclayo y sus pueblos vecinos son afamados por ser la tierra de los brujos y del esoterismo. Pintorescas caletas de pescadores, a la usanza prehispánica y artesanos. Allí dónde están las raíces peruanas y es una invitación al reencuentro con la esas culturas.

Con respecto a la Guía de la Región Lima, el autor la descubre como una zona arbitrariamente delimitada por la política y los años, pero que está mucho más ligada al interior andino y al litoral artesanal, que a la capital. Invita a recorrer un paisaje mítico subiendo hacia Yauyos, los miles de años de la civilización andina de Caral. Propone excursiones, el sur chico, Pucusana, Chilca, Mala, Cerro Azul, etc., y a Lunahuaná, seguido por Tupe y Viñak. Hacia el norte se destacan Ancón y Pasamayo. Ambos destinos llevan al mar, con sus frutos y sus huariques y sus residuos varados hace centenares de miles de años, en tierras ocupadas por los fundadores de la civilización andina, Caral. Otros destinos recomendados son la cuenca del río Lurín, se está en contacto con el pasaje legendario y a la vez tiene la ventaja estar protegido como un área natural, como es la reserva paisajística de Yauyos Cochas, así como el valle del Chillón. El recuento es casi interminable.